GENTES,
COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PUEBLOS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:
Por: JUAN
E. PRADES BEL.
HISTORIAS
DEL MAR:
LA
ADUANA MARÍTIMA DE BENICARLÓ EN EL AÑO 1856, Y EL COMERCIO DEL VINO CARLÓN.
Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.
TEMÁTICAS:
Datos para la historia de los antiguos “graos”, aduanas, puertos y embarcaderos de carga, para la importación,
la exportación y el comercio de géneros del país en los siglos XIX y XX, las
aduanas concedían autorización a puntos
del litoral habilitados ex proceso, en ciertas playas de la Comunidad
Valenciana (España). Artículo de Juan E. Prades Bel, para las series “Historias
del Mar” y “Gentes, costumbres, tradiciones, historias, patrimonios y
paisajes”.
INTRODUCCIÓN, LA NAVEGACIÓN Y LA ECONOMÍA: Hasta mediados
del siglo XX, los escenarios marinos directamente vinculados a la economía,
eran principalmente la explotación de recursos marinos, el transporte de
personas y de mercancías y el comercio internacional. La economía y el comercio
marítimo, la navegación a vela y a motor, la historia social de marinos y pasajeros,
y de comunidades relacionadas con el mar, son temas relacionados al entramado
de la historia de relaciones de los humanos con el mar; en esta ocasión
dedicado a la ciudad portuaria de Benicarló (España).
EXPOSICIÓN:
(Documento oficial del año 1856): RESUMEN-SINOPSIS: Real Orden habilitando á la
Aduana de Benicarló en la provincia de Castellón, para el despacho de duelas y
flejes procedentes del extranjero con destino á la fabricación de pipas, esta Real
Orden fue publicada por el Ministerio de Hacienda en la Gaceta de Madrid,
número 1166, de 14/03/1856, página 1.
(Gaceta
de Madrid: núm. 1166, de 14/03/1856, página 1. Departamento:
Ministerio
de Hacienda.
EXPOSICIÓN
DOCUMENTAL: TEXTO: “MINISTERIO DE HACIENDA. REAL ORDEN. Ilustrísimo Sr.: Visto
cuanto resulta del expediente instruido á instancia de varios individuos del
comercio de Benicarló, en la provincia de Castellón, solicitando que se
habilite la Aduana subalterna establecida en dicho punto para despachar directamente
del extranjero las duelas y flejes necesarios para la construcción de la
pipería destinada á la exportación de vinos, la Reina (q. D. g.) deseosa
siempre de proporcionar á la agricultura y al comercio las ventajas que sean
compatibles con los intereses del Estado, ha tenido á bien acceder á la expresada
solicitud, y mandar que la referida Aduana de Benicarló quede habilitada para
el despacho de duelas y flejes procedentes del extranjero con destino á la
fabricación de pipas.
-
De Real orden lo digo á, V. I. para su inteligencia y efectos consiguientes.
Dios guarde á V. I. muchos años.
-
Madrid 5 de Marzo de 1856. = Santa Cruz. = Sr. Director General de Aduanas.
EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:
(Documento oficial del año 1870): RESUMEN-SINOPSIS: ) Apéndices á las
Ordenanzas generales de la Renta de Aduanas.- Apéndice núm.1.º.- Relación de
las Aduanas marítimas y terrestres de la Península é islas Baleares, publicado
por el Ministerio de Hacienda en la Gaceta de Madrid, número 219, de 07/08/1870,
páginas de 1 a 3.
“Gaceta de Madrid: núm. 219, de 07/08/1870,
páginas 1 a 3. Departamento: Ministerio de Hacienda.
EXPOSICIÓN
DOCUMENTAL, TEXTO:
“PROVINCIA
DE CASTELLÓN, ADUANAS DE SEGUNDA CLASE: Aduanas habilitadas para todo el
comercio de exportación, excepto galenas, litargirios y plomos, que sólo se
exportarán por los que especialmente se designan; para cabotaje y para importar
del extranjero y de las provincias ultramarinas determinados artículos.
ADUANAS
DE 2ª CLASE Y HABILITACIONES. PROVINCIA
DE CASTELLÓN:
BENICARLÓ:
Para azufre y materiales para construcción de pipas.
BURRIANA:
Para duelas, guano y maderas sin labrar.
GRAO
DE CASTELLÓN: Para carbón de piedra.
PROVINCIA
DE CASTELLÓN, ADUANAS DE CUARTA CLASE: Fielatos
y puntos habilitados para ciertas operaciones de carga y descarga, con
intervención del Resguardo y documentación de la Aduana que en cada uno se
expresa.
ADUANAS
DE 4ª CLASE Y HABILITACIONES. PROVINCIA DE CASTELLÓN:
ALCALÁ
DE CHISBERT: Para el embarque de frutos del país, con documentación del Fielato
de Cap y Corp.
CAP
Y CORP: Para embarque de frutos del país.
NULES:
Para el embarque de frutos del país, con documentación de la Aduana de
Burriana.
PEÑISCOLA:
Para el embarque y desembarque de frutos del país, con documentación de la
Aduana de Benicarló.
PLAYA
DE MONCOFAR: Para el embarque de frutos del país, con documentación da la
Aduana de Burriana.
ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS Y CITADOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN E. PRADES):
DUELAS
(significado): Duela es cada una de las tablas, generalmente convexas, que
forman el contorno de una cuba, tina, barril o tonel. (Wikipedia)
FLEJES:
Tira de chapa de hierro o de cualquier otro material resistente con que se
hacen arcos para asegurar las duelas de cubas y toneles y las balas de ciertas
mercancías.
PIPERÍA:
La
expresión Pipería viene
a referirse y a nombrar a una provisión o conjunto de toneles, barriles, pipas
o cubas.
(En
la marina a vela) Pipería era un grupo o montón de pipas (barriles) que se
llevaba de carga de a bordo, en donde se llevaba la aguada, vinos y otros
géneros como cargamento comercial, o para el uso y consumo de la tripulación.
ADUANA
SUBALTERNA DE BENICARLÓ (significado): Una Aduana
Subalterna es una Oficina Aduanera adscrita a una Aduana principal. La Aduana Subalterna es habilitada para
realizar determinadas operaciones aduaneras dentro de la respectiva
jurisdicción y circunscripción.
https://www.ajuntamentdebenicarlo.org/mcb/ppdo-shostd.php?i_pdo=10449
EL
VINO CARLÓN DE BENICARLÓ:
De
todo cuanto antecede es fácil deducir que el vino marcó la pauta del desarrollo
económico y social de Benicarló a lo largo de los siglos XVIII y XIX,
desarrollo que alcanzó el máximo nivel durante el periodo comprendido entre
1875 y 1910. Al mismo tiempo y entrados ya en el siglo XX, ese mismo vino, o
mejor dicho, las circunstancias que le acompañaban, fueron el origen de la
decadencia de Benicarló cuya producción y economía se habían visto orientadas
por razones coyunturales hacia el monocultivo de la vid, y no puedo o no supo
reaccionar a tiempo ante la crisis de la viticultura que, de la mano de la
filoxera, comenzó a sentirse en este país a partir de los primeros años del
siglo actual. El período entre 1875-1910 abarca pues el máximo apogeo de los vinos
del Maestrat y de Benicarló, pero al mismo tiempo la decadencia de una economía
y el finiquito de un vino excepcional, el “Carlón”,
que había adquirido justa fama por gran parte del mundo. El vino “Carlón” es una antigua denominación
de origen para unos caldos que, procedentes en un principio del agro
benicarlando, eran ya conocidos a partir del siglo XV por todos los países del
ámbito mediterráneo y del norte de Europa; posteriormente, cuando la creciente demanda
del “Carlón” superó los límites del excedente local y los comerciantes de aquí
ampliaron sus bodegas y las acabaron de llenar con los vinos que adquirían en
poblaciones vecinas, dicha denominación de origen abarcó a todos los vinos de
la comarca que eran elaborados y comercializados por los mercaderes instalados
en Benicarló. Llegados a este punto bien
cabría preguntarnos la razón de la fama adquirida por el vino “Carlón”: ¿qué se
oculta tras esa antigua denominación, como eran y cuáles fueron las características
y propiedades de tan apreciados caldos. Es del todo evidente que la
denominación de vino “Carlón” deriva de vino de “Benicarlón”, o vino de Benicarló
como también en ocasiones aparece escrito. Esta reducción se convirtió en
sinónimo y a la vez en denominación de origen de reconocido prestigio
internacional para los vinos de Benicarló en particular y del Maestrat en
general. De ellos nos han hablado algunos autores modernos y contemporáneos y
veamos si entre todos nos aclaran cuáles fueron las virtudes de estos vinos.
Rafael
Martí de Viciana por ejemplo, hacia el año 1562, dijo que las mayores cosechas
de frutos de Benicarló eran dos: “la una de vino blanco y tinto muy bueno, de
la cual cogen 170.000 cántaros. La otra de algarrobas…”.
Por
su parte Vicente Mares, en La Fénix Troyana (1681), apunta que el vino blanco
de Benicarló “haze ventaja a todos los de Reyno”
Y
Laurent Lipp, en su “Guide Des Négotiants Ou Traité Instructif Sur Le Commerce”,
publicado antes de 1923, dice textualmente entre otras cosas: “El comercio de
Benicarló consiste principalmente en la exportación de vino y aguardiente, pero
sobre todo de los vinos rojos que sus alrededores producen abundancia; son de
mucho color, la mayor parte secos, y de una fuerza capaz de poder soportar
largos viajes sin estropearse lo que hace que sean muy apreciados”.
Dos años después, en 1795, apuntaba
Cavanilles refiriéndose al vino de Benicarló, Vinaròs y Peñíscola: “… es
precioso y muy estimado por los extranjeros por ser fuerte, espeso y negro,
condiciones propias para poder sufrir las manipulaciones y mezclas que los
mercaderes practican”.
Madoz, en 1845 afirmaba que el vino de
Benicarló es “tinto, dulce y seco, ambos de mucho cuerpo y fuerza, y de
nombradía en España, Ultramar y entre los extranjeros”.
También Bernardo Mundina (1873) hace alguna
referencia a estos vinos: “...desde tiempo inmemorial este producto es el que
más fama ha gozado entre los vinos del reino; en el año1200 era famoso el vino
blanco que se confeccionaba en Benicarló, y hoy tiene grande estima en varios
puntos del extranjero el vino tinto y seco de esta población”.
Es decir, que a tenor de lo que manifiestan
los autores que preceden, el vino “Carlón” era nada menos que blanco, tinto,
muy bueno, rojo, de mucho color, seco, fuerte, espeso, negro, dulce y de mucho
cuerpo, calificativos todos ellos que denotan una serie de propiedades que
indudablemente debieron de tener. En cuanto a las exportaciones del “Carlón” suponían
un promedio de 30.000 Hectolitros al año durante la etapa final del siglo XVIII
y principios del XIX. En 1834, sin evaluar los envíos a hispano-América, fueron
embarcados más 40.000 Hectolitros repartidos entre el Reino Unido (40%),
Amsterdam, Hamburgo y San Petersburgo (20%), Livorno y otros puertos de Italia
(17%), Brasil y Estados Unidos (13%) y Francia (9%) (30). Pero, todo llega a su
fin y al vino “Carlón” le llegó el suyo en el último tercio del siglo XIX,
cuando la demanda vióse aumentada extraordinariamente. Los comerciantes vinateros
de Benicarló, antes el gran negocio que les ofrecía la masiva exportación a
Francia de vinos comunes, del año, para subsanar la carencia que de ellos tenía
nuestro país vecino por causa de la filoxera, prefirieron la cantidad a la
calidad y renunciaron a la tradicional elaboración y envejecimiento de sus
afamados caldos. Paradójicamente, cuando mayor era la producción y exportación
de los vinos del “Maestrat”, cuando el auge comercial y económico de la
viticultura benicarlanda no podía ofrecer mejores perspectivas, sobrevino el
holocausto del vino de “Carlón”. Cuatro centurias de tradición y prestigio
durante, las cuales, como ya se apuntó en otro momento, había el “Carlón” deleitado a los más reputados paladares de la
aristocracia europea, fueron desdeñados a cambio del negocio fácil. Esto, que
hubiese podido ser pasajero, coyuntural, se agravó con la llegada de la
filoxera a esta comarca y en pocos años el vino “Carlón”, que había pregonado
por todo el mundo el nombre y la fama de Benicarló, pasó a la memoria colectiva
del pueblo como un recuerdo, un nombre que evocaba pasadas glorias.
https://www.ajuntamentdebenicarlo.org/mcb/ppdo-shostd.php?i_pdo=10449
BENICARLÓ:
ISABEL
II: El
reinado de Isabel II (1833-1868), es el período de la historia contemporánea de
España comprendido entre la muerte de Fernando VII en 1833 y el triunfo de la
Revolución de 1868, que obligó a la reina a marchar al exilio. Su reinado está
dividido en dos grandes etapas: la minoría de edad (1833-1843) durante la que
asumieron la regencia, primero, su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias
y, después, el general Baldomero Espartero; y el reinado efectivo que comienza
con la declaración por las Cortes en 1843 de su mayoría de edad adelantada
cuando sólo tenía trece años. A lo largo de su reinado se produjo la
configuración del Estado liberal en España.
HERRAMIENTAS
Y VOCABULARIO TONELERO Y PARTES DE UN BARRIL:
-
Sobanda: Superficie curva del tonel, que está más distante respecto de quien lo
labra o lo mira.
-
Barriga: Parte media abultada de una vasija, columna, etc.
-
Duela: Cada una de las tablas que forman las paredes curvas de las pipas,
cubas, barriles, etc.
-
Cazumbre: Cordel de estopa poco torcida, con que se unen las tablas y duelas de
las cubas de vino.
-
Arco, cerco, cello o cincho: Aro que ciñe y mantiene unidas las duelas de
pipas, cubas, etc.
-
Rumo: Primer aro de los cuatro con que se aprietan las cabezas de los toneles o
cubas.
-
Sotalugo: Segundo arco con que se aprietan los extremos o tiestas de los
toneles o barriles.
-
Fleje: Tira de chapa de hierro o de cualquier otro material resistente con que
se hacen arcos para asegurar las duelas de cubas y toneles y las balas de
ciertas mercancías.
-
Gato: Instrumento de hierro que sirve para agarrar fuertemente la madera y
traerla a donde se pretende. Se usa para echar aros a las cubas, y en el oficio
de portaventanero.
-
Enarcar: Echar cercos o arcos a las cubas, toneles, etc.
-
Arquero: Fabricante de arcos o aros para toneles, cubas, etc.
-
Tímpano, témpano o fondo: Cada uno de los dos lados, fondo o tapa, sobre los
que se puede asentar la pipa o cuba.
-
Tempanar: Echar témpanos a las colmenas, a las cubas, etc.
-
Asiento: Parte inferior de las vasijas, de las botellas, etc.
-
Emboza: Entre toneleros y boteros de Andalucía, desigualdad con que se suelen
viciar los fondos de los toneles y botas.
-
Tiesta: Canto de las tablas que sirven de fondos o tapas en los toneles.
-
Jable: Gárgol en que se encajan las tiestas de las tapas de toneles y botas.
-
Argallera: Serrucho curvo para labrar canales en redondo, y especialmente para
ruñar los cubos y toneles.
-
Ruñar: Labrar por dentro la cavidad o muesca circular en que se encajan las
tiestas de los toneles o cubas.
-
Piquera: Agujero que tienen en uno de sus dos frentes los toneles y alambiques,
para que abriéndolo pueda salir el líquido.
-
Bitoque o botana: Tarugo de madera con que se cierra el agujero o piquera de
los toneles.
-
Espiche: Estaca pequeña que sirve para cerrar un agujero, como las que se
colocan en las cubas para que no salga el líquido o en los botes para que no se
aneguen.
-
Espita o canilla: Canuto que se mete en el agujero de la cuba u otra vasija.
En
Aragón:
-
Jeta: Espita de la cuba u otra vasija. Licor que esta contiene.
-
Canillero: Agujero que se hace en las tinajas o cubas para poner la canilla.
-
Espitar: Poner espita a una cuba, tinaja u otra vasija.
-
Falsete: Corcho para tapar una cuba cuando se quita la canilla.
-
Abonador: Barrena de mango largo que usan los toneleros para abrir grandes
taladros en las pipas.
-
Doladera: Se dice de la segur que usan los toneleros.
-
Braga: Cuerda con que se ciñe un fardo, un tonel, una piedra, etc., para
suspenderlo en el aire.
-
Hondado, da: Dicho de un barril o de una pipa: Cuyo fondo se asegura con
cuerdas o con flejes para que no se desbarate con el peso que lleva dentro.
-
Combo: Tronco o piedra grande sobre el que se asientan las cubas, para
preservarlas de la humedad o para usar con más comodidad las canillas por donde
se saca el vino.
-
Espolines: Par de rollizos que por un extremo se enganchan en la trasera de
carros y camiones y por otro descansan en el suelo. Sirven a modo de rampa para
la carga y descarga de objetos pesados, especialmente toneles y bidones.
-
Pez: Sustancia resinosa, sólida, lustrosa, quebradiza y de color pardo
amarillento, que se obtiene echando en agua fría el residuo que deja la
trementina al acabar de sacarle el aguarrás.
-
Empegadura: Baño de pez o de otra materia semejante que se da interior o
exteriormente a pellejos, barriles y otras vasijas.
-
Empegar: Bañar o cubrir con pez derretida u otra sustancia semejante el
interior o el exterior de los pellejos, barriles y otras vasijas.
-
Desempegar: Quitar el baño de pez a una tinaja, pellejo u otra cosa.
-
Barbillera: Rollo de estopa que se pone alrededor de las cubas de vino para
que, si al tiempo de hervir sale algo de mosto, tropezando este con la estopa,
destile y caiga por las puntas del rollo, que se dejan pendientes, en la vasija
que se pone debajo para recogerlo.
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