lunes, 9 de diciembre de 2019

MANANTIAL DE LA TIMBA, RÍO CUEVAS-SAN MIGUEL, ALCALÀ DE XIVERT


GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PUEBLOS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE TIERRAS CASTELLONENSES:
Por JUAN EMILIO PRADES BEL
MANANTIAL DE LA TIMBA, RÍO CUEVAS-SAN MIGUEL, ALCALÀ DE XIVERT
ESCRIBE: JUAN EMILIO PRADES BEL

INTRODUCCIÓN: La timba es el nombre que recibe un manantial perenne, por donde afloran aguas subterráneas visibles sobre el mismo lecho del río Cuevas o río Segarra o San Miguel, se localiza el manantial a la altura de la ermita de San Miguel Arcángel, estando a menos de 400 metros de distancia de dicha capilla, la cual  bendice y rebautiza este tramo del cauce a su paso como río San Miguel, y le presta su nombre desde este su lugar de encuentro, y desde el punto llamado “El Estret del Riu”, donde entra el río Cuevas en el término de Alcalà de Xivert, hasta su feliz encuentro con las aguas del mar Mediterráneo en la desembocadura del delta de Capicorb, en un recorrido de unos nueve kilómetros por el término municipal de Alcalá.
EXPOSICIÓN: El manantial se encuentra en un extremo del cauce del río Cuevas-San Miguel, pegado junto a la ribera izquierda de este y por debajo del talud de conglomerados fosilizados durante la era Cenozoica, este talud registra erosión y regresión por el impacto de las aguas torrenciales golpeando en el meandro que se forma en este margen izquierdo de la rambla, la fuente es una salida natural de aguas subterráneas brollando directamente y libremente desde el lecho del río, el manantial se contempla en las siguientes coordenadas: WGS84 Latitud 40º 16' 12´73” N y Longitud 0º 11' 46´55” E. 
- Hasta la implantación de los cultivos de cítricos en estas latitudes, este manantial durante todo el siglo XX, siempre aportaba y vertía un caudal ecológico de agua superficial al río, para el beneficio de la fauna silvestre y doméstica; este manantial fue un referente y un punto seguro de agua como abrevadero de los ganados y rebaños de la zona (pastores conocidos: Amador Prades Doménech, Paco Año, Manolo Loriente, Vicente Loriente, Juan Tomás García, Antonio García, Villalonga, Plácido...), y siempre corrían aguas sobrantes río abajo , la proliferación de sondeos y prospecciones de búsquedas de aguas subterráneas, y las consiguientes perforaciones de pozos artesianos, en las tierras de los alrededores en busca de minas de agua, para consumo y devoro de las grandes plantaciones de cítricos, esta nueva actividad agrícola de regadío, junto a una progresiva sequía de décadas, ha hecho mermar y disminuir el nivel freático de este antiguo acuífero subterráneo, bajando el nivel de este manantial más de un metro, comparado con la década de los años setenta del pasado siglo XX, en que no existían los cítricos. 
- La profundidad a la que se encuentra el nivel freático varía de acuerdo con la pluviometría y otros factores, entre ellos el volumen de agua extraído por los humanos. En la actualidad el manantial se encuentra oculto, su nivel freático se encuentra por debajo del suelo de la rambla -1,30 m., por lo que para que afloren las aguas para un bien faunístico, hace necesario para su beneficio hacer un canal o acequia o una rasa con retro-excavadora levantando y retirando el lecho de cantos rodados del río, rebajando el nivel del suelo para que aflore y se estanque el agua naciente. (Tal como se ve en las fotografías reales que años atrás hice del lugar).
- La zona en que se halla el manantial es una zona de riguroso secano, por lo tanto, este manantial era de vital importancia biológica para residir y habitar la zona, tanto para animales salvajes como para las personas. Históricamente el manantial de la Timba fue el hito "catapultador", y motivo decisivo para el asentamiento humano permanente, y la confluencia de viales itinerantes históricos en esta zona, ya existentes en la época ibérica, romana, islámica, andalusí, cristiana, morisca, moderna y contemporánea. 
- La presencia humana en la zona es visible desde la Edad del Hierro, con paso y encuentro en las inmediaciones, de dos viales o caminos romanos con presencia de tres fragmentos de ánfora romana itálica que vi personalmente, junto con cerámica ibérica; en la época islámica, el asentamiento de población es masificado por toda la zona, con la proliferación de alquerías aisladas que ocupaban laderas y baldíos dedicándose sus habitantes a la agricultura y a la ganadería, en esta época fue construido el castillo de Tauranza, mezquita, las norias, caminos, alquerías, aljubs, pozos, bancales, aterrazamientos, corrales, casas, y perviven los dos antiguos viales existentes desde la época romana.
-   El documento oficial más importante para dilucidar la vida emergida, que giraba al alrededor de las posibilidades de habitad, que ofrecían las aguas freáticas del manantial de la Timba, y en donde se citan expresamente el uso de las aguas, es en la Carta Puebla de los asentamientos Castellnou y Almedixer que se firmó el 18 de febrero del año 1262 en que la Milicia del Temple conceden a Bartomeu Amorós para que repoblase dicho lugar, los vasallos que inicialmente estaban comprometidos fueron veinte seis súbditos pobladores con sus familias, que labraron, conrearon y mimaron estas tierras.
 “Sin duda un lugar, una tierra y un manantial con tintes mitológicos y matices épicos”.
Juan Emilio Prades Bel, en Torreblanca a 26 de julio de 2011
Festividad de Santa Ana y San Joaquín.
BIBLIOGRAFIA:
Juan E.Prades Bel: “El manantial de la Timba”. Publicación Tossal Gros nº138, página 57-58, 2011.

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